ARETINO
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(un aporte de Santiago Marín Arrieta, Historiador - Comunicador Audiovisual)
Pero entre todos hay uno que destaca en forma singular por su visión tan descarnada, tan especial de la vida, tan brutalmente natural. Ese hombre es Pietro Aretino (1492-1556), nacido en Arezzo, considerado el "padre del periodismo", aunque debería más bien nombrársele fundador del “panfletismo”, arte y oficio que manejó con maestría inigualable. Pero, quizás en lo que más destaca o, por lo menos, su legado más profundo al arte, la literatura y la historia, está en sus comedias y poemas, todos ellos plenos de un erotismo a veces fino, a veces brutal, en momentos de una perfecta sutilidad sensual y, en otros, descarnadamente pornográficos.
A ninguna de sus "mujeres" las abandonó y les dio, por lo general, una vida que jamás hubieran tenido de no haber sido recogidas por él. Fue también leal con sus amigos, a pesar de que muchos le abandonaron en los momentos difíciles y en especial, en aquellas épocas de escasez de moneda. En toda su obra y su vida, a pesar de ser un deslenguado, un descarado de franqueza brutal, estaba pleno de nobles sentimientos y de las más altas pasiones. Cuando obtuvo su prestigio, no olvidó sus padeceres iniciales y siempre tuvo una mano generosa para quienes le requerían. Su obra poética fue, durante el siglo pasado y parte del actual, lectura exclusiva de algunos entendidos. Estaba vedada para el público lego, en consideración a las expresiones utilizadas y a las descripciones explícitas que allí se señalan. Sin embargo, vista con ojos actuales, no podemos negarle el valor intrínseco que posee como obra poética y, especialmente, por expresar emociones y sentimientos de la naturaleza sexual del ser humano que le es propia y natural. Los "Sonetos Lujuriosos" fueron compuestos para interpretar los famosísimos grabados denominados "Posturas", del pintor Marco Antonio Raimondi, copiados de los célebres dibujos de Julio Romano. |
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